Escucho atonito que el último grupo terrorista islamico detenido (en la operación NOVA) tenía como objetivos las estaciones de Atocha y Principe Pio (entre otros objetivos). Hasta que escuché esto me tenía por un tio abierto y comprensivo, ahora sólo noto la rabia que bulle por mi interior.
Atocha, me la conozco de memoria, a pesar que sólo he ido en 4 o 5 ocasiones desde hace 6 meses, podría dibujar un plano bastante exacto de toda la estación (la parte que se deja a los viajeros, claro)... allí conocí a C., allí la esperé casi a diario durante cerca de año y medio y allí he escrito algunas de las historias a las que más cariño tengo.
Principe Pio, la estación favorita de C., enorme, intrincada, siempre a medias y atestada de gente. Puedes perderte en sus pasillos y las vias se extienden en un aparente caos sin sentido.
Viví el 11M de cerca, viví el 3 de abril desde más cerca todavía y ahora esto. Me temo que se está haciendo un flaco favor a la cultura islamica. Me he leido varios fragmentos del Corán, he leido decenas de libros sobre esta religión... pero me temo que esto no es algo común y que como pase algo, veré de nuevo los brotes racistas que vi el 4 de abril, volveré a ver el escaparate del peluquero marroquí que está a diez metros de mi casa con los critales reventados a pedradas, volveré a ver pintadas en las teterias y volveré a ver como la gente mira mal a los que tienen pinta de arabes.
Esto es lo que sucede cuando se convive con el miedo, que la razón brilla por su ausencia. Y lo peor de todo es que no sé como actuaré yo...