Decía un filosofo de izquierdas francés: "Ser de izquierdas no es militar en un partido que se declare de izquierdas, una institución no puede decirte que pensar. Las ideas parten de cada uno, y ahora, con los partidos cerrados, la ley de obediencia y lealtad y todo eso... nadie es de izquierdas o de derechas, son de partidos políticos, nada más". Decía esto despues de descubrir que Sarcozy (declarado conservador y actual presidente de Francia) tuviera en su programa electoral propuestas más liberales en algunos términos que su opuesta (declarada liberal) SégoLéne.
Y me dieron ganas de abrazar a este hombre, porque dijo en una frase algo que yo llevaba párrafos explicando sin éxito. Con mis 22 años he votado ya unas cuantas veces, y a tres partidos diferentes, a los dos partidos mayoritarios y a uno local, no soy militante de ningún partido, cuando un gobierno me gusta le voto, si no me gusta voto al contrario para cambiar los vientos de poder y ver si el nuevo me gusta más (siempre dentro de una lógica, no votaría a ANV si se presentase a las generales, por ejemplo, ya que no condenar atentados me parece de ser animal poco digno y nada democrático).
No me importan los independentismos, de hecho, estoy a favor de dar a cada uno lo suyo, quien no quiera sentirse español, que no lo sienta, y si son mayoría (importante, libertad para decidir, no me vale la pistola en la mano y el explosivo preparado) que se separen... pero se cortan las relaciones económicas vinculantes al estado, es decir, no recogemos impuestos, pero tampoco participa en los presupuestos generales del estado. No habrá ayudas económicas, ni fondos de crisis, ni seguridad social, ni todo eso por lo que las regiones tienden a agruparse en estado para ser más fuerte y estable.
No me importa la inmigración, de hecho, estoy bastante a favor siempre que se juzgue con la misma ley a inmigrantes y a nativos. Gracias a ellos crecemos a un ritmo constante, de lo contrario, probablemente España se sumiría en una depresión económica fundamentada en una falta de mano de obra en todos los niveles de producción... los jubilados no trabajaban y cada vez son más, alguien debe pagar esas pensiones.
Especular con la vivienda lo considero delito, ya que se juega con uno de los derechos básicos que promulga nuestra constitución y la carta de los derechos humanos. Creo que debe ser perseguido, es lógico que quien construye se lleve cierto beneficio (no dejan de ser negocios), pero no justo que el beneficio sea mucho mayor que los costes de producción, pues se están enriqueciendo de una necesidad... para eso me adueñaré de las centrales eléctricas y les cobraré miles de euros por cada watio que consuman... solo a ellos... quizás aprendan a no tomarse a la ligera las necesidades básicas.
Pienso que el actual estado penal es inútil, redactado en una época de fragilidad donde había que contentar a demasiada gente para que la transición saliera adelante. El texto es endeble y ambiguo, propio para hacer juegos de palabras y que nadie se ofendiera. Creo que es hora de retocar eso y por fin ser más duros a la hora de castigar delincuentes... no puede ser que seamos el paraíso de las mafias de medio mundo. Un asesino de 23 personas no puede salir a la calle en 16 años... por mucho que escriba libros y estudie carreras...
Sacar el tema de la Guerra Civil y hablar de nuestros muertos me parece deleznable, sobretodo porque somos una nación propensa a hacer caso a comentarios de mercachifles populistas y muy dados a tensarnos cuando nos aburrimos. Me sorprende la cantidad de libros de ambos bandos que publican ahora... fue un golpe de estado que demolió una falsa democracia, la segunda república estaba destinada a durar poco con su sistema de fraude electoral que repartía el poder entre dos grandes agrupaciones políticas, a gusto del pucherazo donde los lideres se repartían los poderes a escondidas, como todas las guerras, fue un acto inútil, absurdo, costoso y estúpido que nos sumió en la más triste de las pobrezas, retrasando nuestro crecimiento y trayendo el drama sobre familias enteras de ambos bandos. En vez de liderar una lucha pacifica por los derechos básicos (derechos reales), nos liamos a tiros... ¿quien puede sentirse orgulloso de defender a uno o a otro bando? En las dos ramas de mi familia hay muertos por balas de los dos ejércitos y ninguno de mis caídos fue soldado... ¿odio a todo el mundo? ¿así se hará justicia? me parecen absurdas las nuevas tendencias.
Estoy en contra de la unión Estado-Iglesia... cada uno que crea lo que quiera, que adore al Dios que considere oportuno, que hable el idioma que prefiera y que vote al partido que mejor le caiga, pero criminalizar cualquier opinión diferente a la nuestra es infantil y extremista (llámalo fascismo de izquierdas o fascismo de derechas). Me parece estupendo la unión entre personas del mismo sexo, habrá parejas que se quieran más que parejas heterosexuales y habrá parejas que se engañen como entre las heterosexuales... pero querer llamarlo matrimonio, usando una palabra con fuerte connotación religiosa en un alarde de molestar, me parece un revanchismo infantil con poco fundamento social... "como nos critican, usamos sus símbolos sagrados para que sufran"... es crear polémica por crear polémica, nada sano para cualquier bando que lo empiece o lo siga, ya sea Iglesia vs homosexuales, homosexuales vs Iglesia.
Sería el primero en luchar por un trabajo digno para todos, con sueldos basados en el riesgo y en la responsabilidad de cada puesto de trabajo, donde la gente se coloque por sus méritos y no por enchufismos. Estoy en contra de la precariedad laboral y la reducción de costes a costa de los empleados de las cotas bajas en la escala laboral. Es necesario un sueldo acorde con el nivel de vida... si la inflación sube un 3.5%, una subida anual de un 2% debería ser ilegal a parte de inmoral (y no me vale ejecutar la subida al 3.5% pero congelar la diferencia hasta ya veremos cuando, es una subida nominal pero no real).
Apoyo el capitalismo, no me parece justo, pero he tenido la suerte de nacer en el lugar adecuado en el momento preciso, nos tenemos que dejar de gilipolleces y admitir que vivimos bien a consta de otros, que mientras yo tengo un ordenador portátil y escucho música, hay media docena de personas con mi edad trabajando hasta dejarse la piel (media docena que sólo me corresponden a mi, a Träne, como seis tiene cada Europeo u ocho cada estadounidense, cuyo consumo es sensiblemente más elevado que el nuestro). Como reconozco que debo ser competitivo y apretar los dientes, luchar contra mis iguales para llegar a una posición cómoda y segura mientras otros caen bajo las zarpas del lobo. No me vale criticar al capitalismo y luego llegar a casa, coger una cerveza fría de la nevera y encender una TV de 20, 24, 28 o 32 pulgadas, o portar pancartas en contra de la explotación de los trabajadores y después comprar la ropa, porque es más barata y así tenemos para las vacaciones, producida en países tercermundistas donde abundan precisamente los trabajadores explotados. De verdad, no se puede criticar e incitar a la lucha contra un sistema al que estamos acomodados y del que nos aprovechamos.
Para paliar mi sentimiento de culpa quiero trabajar como voluntario un par de años de mi vida en zonas pobres de Sudamerica... no voy a renunciar a una vida de comodidades de 40, 50, 60 o 70 años, pero tampoco me voy a conformar y a acallar mis sensación de injusticia. El truco está en el equilibrio.
Cada uno tiene sus ideas, entre las mias hay ideas conservadoras e ideas liberales. Hay criticas y halagos (bueno, sobretodo criticas). Podrás estar de acuerdo conmigo o no. Defender mi postura o criticarla. Pero para eso somos individuos con ideas propias. Habrá quien me considere de izquierdas y quien me considere de derechas (otros me considerarán tonto sin más y casi todos estarán de acuerdo en que soy bastante aburrido)
¿A que viene todo esto? A que hayan llamado traidora y desleal a una política que abandona un partido auto declarado de izquierdas que se ensaña con cualquiera que no opine lo mismo que dicta la cabeza del partido, se va simplemente porque no siente que el partido por el que ha estado luchando 30 años represente la lucha contra sus miedos y favorezca sus expectativas. Si no se puede tener individualismo intelectual y hacer gala de ello supone tener que recibir muestras de odio... prefiero no tener a un partido grande a mis espaldas (me da igual el color), ya me apaño yo con mis ideas maduradas (o propias o como queráis llamarlo) y no con las prefabricadas.