Marzo 2011 Archives

"A veces es mejor encender un lanzallamas que maldecir a la oscuridad." Terry Pratchett

(tiempo de lectura medio estimado: 1 min y 10 seg)

El señor Pratchett ha destrozado una de mis proverbios favoritos ("Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad") para sacar una de esas genialidades que te hacen sonreir mientras lees... y de paso hacerte parecer medio lelo en el tren mientras la gente mira al tipo sonriente del ebook. Hacen falta más sonrisas, que uno se siente un poco descolocado a veces....

El caso es que me he acordado de que, cuando era pequeño, haciéndome el dormido para que no me mandasen a la cama, vi con los ojos medio cerrados la pelicula "It" de Stephen King. Mal hecho. Desde entonces tengo un serio complejo con los payasos (y para colmo, tenía un cuadro de un payaso de mirada feliz al otro lado de la habitación que no me dejaba dormir porque en sus ojos veía malicia). El caso es que se abrió la caja de Pandora de mis miedos nocturnos, y se convirtió en un autentico suplicio el ir desde el salón hasta mi habitación a la hora de dormir, o desde mi habitación a la cocina si necesitaba un poco de agua.

Me aterraba la idea de meterme en el pasillo oscuro que conecta toda la casa. Pero en mi lógica infantil pensaba que era mejor meterme en un pasillo oscuro donde los monstruos tampoco podían verme, a encender la luz y ser presa fácil. Así que hacía el recorrido medio encogido, con los ojos cerrados, sorteando el par de quiebros del pasillo (sí, parece diseñado por un borracho) y sin tropezarme con ningún mueble... no sea que hiciera algún ruido que alertase a los Pennywises y a los Freddy Krugrers del pasillo. Siempre temiendo en cada paso el chocarme contra alguno de ellos. Una infancia muy tensa.

El otro día me perdí un rato en la montaña. No estaba literalmente perdido, simplemente me salí de la ruta elegida e hice caso omiso al mapa. Después de tantos años yendo es difícil que me despiste, pero con sonrisa pícara giré por el camino que sabía que no era y seguí andando hasta escuchar el fluir del agua. Lo bueno de dejar de lado las rutas fáciles es que te quitas a los domingueros de encima (¿qué? Yo SIEMPRE voy los sábados, en todo caso yo sería un sabadero... muy diferente de un dominguero). Además, no es que sea la selva amazónica, y brújula en mano puedes salir en una hora a paso tranquilo. Dejé a la otra persona haciendo fotos a un retazo de nieve rodeada de hierba intensamente verde y me adentré entre los arboles, apenas 200 metros, hasta llegar a la corriente de agua.

Apoyé con cuidado la mochila contra el grueso tronco caído de un árbol, y lentamente, como temiendo profanar el silencio que me rodeaba, me acerqué al riachuelo. Me acuclillé, con las botas pisando el barro de la orilla, y me quité uno de los gruesos guantes. Sumergí los dedos dentro del agua cristalina, disfruté del frío cortante bailando entre mis dedos, hasta que los noté ligeramente entumecidos. Los moví suavemente durante un rato, dentro del agua, sintiendo el fluir constante de litros y litros de agua. No había ruidos... ni voces... poco a poco sentí diluirse mis problemas con el agua. A los dos minutos ni siquiera era capaz de acordarme de las injusticias del mundo. Cada vez sintiéndome más pequeño, menos responsable, más efímero, menos consistente, más libre.

Con el interés perdido en el retazo de nieve, escuché que mi acompañante se acercaba ruidosamente, y decidí levantarme lentamente, coger la mochila y salir de allí con respetuoso silencio. Como con miedo de despertar a alguien.

"¡Que decidan los dados!" Frase frikie exclamada a lo largo y ancho del mundo rolero

(tiempo de lectura medio estimado: 2 min)

Últimamente se va deshaciendo mi linea de posts, tenga lo que tenga preparado, todo se descoloca. En fin...

Mi duda existencial de domingo de madrugada es la siguiente, ¿es mejor hacer lo correcto aunque ello te haga infeliz? ¿O es mejor buscar la felicidad y dejar de lado lo correcto? No es una pregunta producto de un extraño misticismo que se resiste a aceptar que mañana es lunes, tengo un par de opciones contrapuestas y debo decidir. He puesto a trabajar mi mente de ciencias, para empezar a descartar opciones:

El primer nivel es la legalidad, lo más restrictivo: Lo que me puede hacer feliz es legal, y por otro lado, si no hago lo correcto, no cometo ilegalidad alguna. Así que no puedo descartar opciones por el tema de las leyes, haga lo que haga entra dentro de las normas del juego... parece una tontería, pero sorprendería ver lo incivilizados que podríamos ser sin no tuviéramos leyes de por medio.

El segundo nivel es buscar el máximo bien, o el mínimo perjuicio, común: Puras ciencias, cuestión de números, ¿que decisión es la que beneficia a más personas? Lamentablemente en ambos casos, y dado mi limitada influencia, el único beneficiado/perjudicado soy yo. Y en ambos casos se me abren y cierran puertas en diferentes lugares y tiempos. Hay impacto en el entorno, incluso puede que genere algunas desilusiones efímeras, pero no creo que afecte mucho. Así que este nivel tampoco me ayuda especialmente.

El tercer nivel es el nivel de certeza, porque si eso que podría hacerme feliz no es del todo seguro, entonces cabe la posibilidad de que no me hiciera feliz y hacer lo correcto no supondría perder un momento de felicidad (y esta frase queda nominada a la más criptica de este año). Y resumiendo, para no exponer todo el tema con sus pros y contras, en general mi vida se mueve en un mundo de completa incertidumbre, así que nada de lo que derive de ella puede llevar el sello de "100% seguro". Si hago lo correcto puede que se demuestre que era inutil y perdí la oportunidad de hacer algo que me hiciese momentaneamente feliz, y si hago lo que puede hacerme feliz, podría ser que al final no fuera para tanto y hubiese dejado pasar una oportunidad que me cerrase puertas en el futuro.

El cuarto y último nivel, el menos restrictivo e infravalorado en caso de duda, es ¿que carajo quiero hacer yo? Dejando de lado impulsos, los compromisos sociales y los miedos. Pues ni puta idea. Quiero ser feliz y quiero hacer lo correcto. Pero si se llevan la contraria, sólo puedo encerrarme en un mutismo meditabundo durante un puñado de horas...

CONCLUSIONES: La mente de ciencias es francamente mala para tomar decisiones importantes con elementos no mensurables (y rematadamente repelente, ahora que me doy cuenta)... y yo sigo con el problema de tener que decidir. A la mierda todo.

"La oleada mundial de pánico nuclear retrata una egoísta falta de respeto a los miles de víctimas del tsunami." Ignacio Camacho. ABC.

(Tiempo medio de lectura estimado: 2 min y 10 seg)

Hoy tenía preparado otro tema, lo juro... pero es que uno está muy maleado ya con esto de los medios de comunicación, y los lobbies aprietan fuerte. Los pronucleares han puesto a trabajar todos sus equipos de prensa para paliar el efecto que el accidente nuclear de Japón va a tener sobre la opinión pública. Muchos son los países que se van a replantear sus politicas energeticas, bien sea porque tienen las elecciones en breve, o bien porque las revoluciones que han saltado en el otro lado del mediterráneo están todavía candentes como para dar un motivo más de queja a la población.

Resumo: Tal y como me temía en el anterior post, "practicamente imposible" era demasiado suponer por parte de los expertos, digamos de forma amable que estamos ante otro Titanic. Desde fuentes internacionales avisan de que ya estamos en un nivel 6 de emergencia, y desde Francia se habla de que está en el filo de avanzar el último escalón y convertirse en un accidente de tipo 7, el más grave, donde de momento sólo se encuadra Chernobyl. La agencia nuclear internacional dice que se exagera (en ello les va el sueldo) y Japón manda datos opacos. Ahora parece que todo se está medio controlando, pero eso dijeron hace unos días y fue a peor. Cualquier dato, en cualquier sentido, debe ser puesto en cuarentena hasta comprobarlo, sobre todo si viene de partes implicadas.

Hace un par de años, al final de una conferencia, cuando sólo quedabamos 4 frikies, un directivo intermedio de una gran compañía electrica nos confesó, off the record, que su compañía había puesto toda la carne en el asador de las renovables, y que por emails les habían hecho llegar directrices sobre que temas comentar y que temas no comentar para favorecer esa inversión, y que medias verdades decir para resultar convicente. Intuyo que las mismas directrices que el lobbie nuclear inculca a los suyos y que empiezan a florecer ahora (desviar la atención de una batalla perdida - como con la frase que encabeza el post buscando el hacernos sentir culpables-, comparar magnitudes de radiacción tergirvensando inadvertidamente las escalas mSv/hora y mSv/año....). Hasta no hace mucho, "fumar era sano" según los expertos. En realidad cada lobbie defiende sus inversiones, el problema es la gente que no cobramos por ello y nos partimos la cara de gratis. He leído decenas de artículos de periodistas que están mal informados o mienten directamente. Y me consta.

Yo puedo sentirlo mucho por los damnificados, pero no puedo hacer más que donar algunos eurillos a cruz roja, esperando que valga de algo. Un terremoto es casi imprevisible e incontrolable. Una central nuclear sigue en funcionamiento, con riesgo de accidente o de ataque, por voluntad humana, veo más logico preocuparse por lo segundo pues de repetirse, no será culpa del destino, ni de un dios incorporeo, si no de nosotros. Y tocaría asumir responsabilidades, para bien o para mal.

En el anterior post lanzaba una pregunta al aire y ahora mi curiosidad está saciada. Aún persiste en el ser humano una estúpida venita autodestructiva...

"Coge el día de hoy; no seas demasiado crédulo en el de mañana." HORACIO, Quinto Horacio Flaco

(Tiempo medio de léctura estimado: 2 min y 45 seg)

Hoy voy a hacer gala una vez más de cierto sensacionalismo. Sólo un poquito.

Estoy muy pendiente de las revueltas en el mundo arabe, por ver si se puede dar una revolución gracias al poder de las masas, o el poder establecido puede hacer y deshacer a su antojo gracias al dinero (derechos vs dinero... ¿no es una batalla digna de ver?), pero a parte de eso, y por deformación profesional, sigo muy de cerca el peligroso tema de la energía y las tensiones políticas. Dicen, comentan, leo en foros... que en caso de guerra, una de las principales estructuras a defender son las centrales nucleares. En teoría se diseñan para aguantar sin despeinarse un terremoto de 7.5 en la escala Richter, un misilazo o incluso la caída de un avión. Pensandolo tiene su lógica. Aunque apagues la central nuclear y el reactor quede en frío, los residuos nucleares en almacenamiento o el combustible están ahí, tomando un baño en la piscina (literalmente), y si tuviera que conquistar un país, como dictador en potencia que somos todos los seres humanos, me dedicaría a echar abajo los repetidores de comunicaciones, las antenas de radio y a provocar un poco el caos bombardeando centrales nucleares. No se si hay alguna convención internacional que prohíba establecer las centrales como objetivo, pero me parece francamente patético que se dicten normas sobre como hacer la guerra... coño, que dicten normas para que no haya más.

El caso es que otra noticia, mucho menos especulativa y más tangible, ha saltado en los medios nacionales e internacionales, el terrible terremoto (y posterior tsunami) que ha desolado un tercio de las estructuras japonesas también ha afectado a algunas centrales nucleares. Espero que el nivel de eventos nucleares se mantenga en 4 (ya me he asegurado de desempolvar apuntes y revisar que conlleva ese nivel) y no avance, de lo contrario, tendremos en nuestra memoria colectiva otro nombre aparte de Chernobyl. El terremoto y el tsunami habrán sido terribles, pero el descontrol de una central nuclear con una potencia ligeramente superior a la ya famosa de Chernobyl (y no es la unica con problemas, esta mañana estaban pendiente de otra con un poco menos de potencia) podría dar paso a un holocausto nuclear curioso de proporciones internacionales.

Sí, curioso. Aunque parezca un loco maniaco, siento cierta curiosidad por ver como se autodestruye el ser humano. No deseo el sufrimiento de nadie, ojo, ni siquiera a terroristas, asesinos, violadores y pederastas... tampoco les deseo que queden impunes, pero no necesariamente sufrimiento (o al menos no demasiado). Pero cierta extraña necesidad de saber me impele a mirar con los ojos bien abiertos por si acaso el mundo se asomase al abismo, un sesgo de científico loco con mucho tiempo libre. Tengo curiosidad por ver si seríamos capaces de reaccionar en el último momento o seguiríamos siendo tan profundamente estúpidos ante un evento de gran importancia que nos amenazase. Ya sea con Gadafi con los ojos inyectados en sangre amenazando a Europa y celebrando su inesperada (y ahora previsible) victoria. O a un cada vez más seguro Irán haciendose con el apoyo de Egipto y un descontrolado Israel intentando defenderse "a toda costa". O una serie de terremotos, maremotos, deshielos y tormentas perfectas asolando tierra firme. O las tormentas solares sumiéndonos en la edad media de nuevo. O teorías conspiranoides de un gobierno de nuevo orden mundial. O profecías de mayas desaparecidos hace siglos. O, lo que parece ganar puntos a ojos vista, el holocausto nuclear.

Es realmente dificil que se descontrole aún más, algunos expertos lo tachan de practicamente imposible. Imposible del todo era que se hundiera el titanic y no duró ni un viaje. Habrá que estar con los ojos bien abiertos para no perderse nada, por si acaso.

"No se preocupe por sus dificultades en las Matemáticas. Yo puedo asegurarle que las mías son todavía mayores." John Locke

(tiempo de lectura medio estimado: 1 min y 25 seg)

Hoy he llamado a un contacto que me han pasado para hacer posibles colaboraciones periodísticas sobre ciencia. Yo, que ni soy periodista, ni tengo muy claro esto de la ciencia.

La llamada ha sido curiosa, siempre me ha dado un corte tremendo hablar por telefono, debe ser algo patológico... no ayudó en absoluto un par de malos tragos que tuve que pasar cuando trabajaba de administrativo en el polideportivo, uno de ellos que casi lleva a que me pegasen en un partido de futbol sala. Y es que no me llevo demasiado bien con los teléfonos. El caso es que las entrevistas cara a cara las veo más fáciles de controlar, ves al tipo (o a la tipa) de enfrente y sabes más o menos a que atenerte, por sus gestos sabes en que momento es mejor cerrar la bocaza, o que preguntas te están llevando por el camino de la destrucción.

Lo curioso de la llamada, es que la persona al otro lado estaba más nervioso que yo, o titubeaba más con las respuestas. No es que fuese una entrevista formal, era más bien una toma de contacto, así que tampoco es que haya que darle mucha importancia, pero me ha sorprendido.

Siempre he tenido la certeza de que por muy bien que se me de algo, habrá al menos media docena de personas que lo hacen mejor que yo. Es inevitable, sólo queda esforzarse en mejorar para no quedarse atrás. En lo que no había caído es que, por muy mal que se te de algo, habrá al menos media docena de personas que lo hagan peor que tú. Una carga menos sobre los hombros...

PD: Ante un par de emails sorprendentemente rápidos (en pleno proceso de edición), sí, el de la foto soy yo, y sí, he tenido la tentación de usar photoshop, pero como soy francamente malo, se ha quedado tal cual.