"Aunque estés solo, no debes decir ni hacer nada malo. Aprende a avergonzarte más ante ti que ante los demás." Demócrito de Abdera
(tiempo de lectura medio estimado: 1 min y 35 seg)
Existe un experimento realizado en la Universidad de Stanford en los años 70 en el que se quería estudiar el comportamiento humano ante los juegos de poder (que es algo que usamos inadvertidamente más a menudo de lo que pensamos), y para ello se transformó un sótano de la universidad en un centro de reclusión y se pidió varios voluntarios jóvenes para llevarlo a cabo.
Se analizó psicologicamente a los voluntarios para sólo admitir a aquellos estudiantes modélicos y equilibrados. Y se dividió el grupo en dos, los carceleros y los presos. El director del experimento actuó como el director de la prisión, y equipó a los guardias al completo, no tenían más norma que mantener el orden, fuese como fuese, y tratando a los otros voluntarios como si fuese presos de verdad. En apenas 5 días, los carceleros se habían convertido en unos bastardos sin escrúpulos capaces de torturar a sus compañeros, y los presos se habían convertido en una masa de personas anónimas, sin fuerza. Se tuvo que parar el experimento bruscamente al comprobar que se les había ido de las manos.
En los últimos 4 meses he perdido 11 kilos, me coloco a un par de ellos de mi peso ideal. Estaba tremendamente orgulloso de ello hasta que me he encontrado con un viejo conocido, ha perdido casi 60 en apenas un año (el tiempo que hace que no nos vemos), también cerca de quedarse en el peso ideal. Después de darnos un abrazo y comentar, yo con más respeto, los cambios en cada uno, me comentó que poco tiempo después de vernos por última vez se declaró a una chica de la que llevaba enganchado un tiempo... ella le rechazó e hizo un comentario sobre su peso. Tanta fue su humillación que decidió cambiar. Nada de milagros, sólo trabajo duro, fuerza de voluntad 24 horas al día, 7 días a la semana.
Todos podemos cambiar radicalmente, todo es entrenable. Si una persona normal se puede convertir en un torturador sin sentimientos en apenas 5 días, ¿que límites ponemos cómo excusa?. Sólo nos hace falta el aliciente adecuado, esa chispa que encienda el motor.