Ogro paseaba entre los grandes pilares que soportaban el santuario que le había acogido durante un par de años. Su mirada recorría con ternura cada piedra tallada por los visitantes que, dia a dia, se dignaban a colaborar en su construcción.
Ahora, el eco de sus pasos traspasaba sus oidos y su alma. Desde hacía tiempo ya no era un lugar de reposo, ya no descansaba como antes... le asustaba el vacio de la galeria que ahora le parecía interminable. Recordaba con cariño las largas jornadas rodeado de decenas de acompañantes. Ahora apenas había algunas almas y la visita ocasional de nuevos curiosos.
Giró a la derecha, sintió el calido tacto de una mullida alfombra bajo sus pasos, el ligero incremento de luz, el aire fresco... ese era el único lugar del recinto que le seguía pareciendo el mismo, o al menos que le ofrecía la misma seguridad de siempre. Aunque no siempre había sido capaz de encontrarla. Se acomodó en su confortable sillón (como sólo puede ser aquello que te ha facilitado la vida durante mucho tiempo) , frente a una siempre ardiente hoguera, con los ojos fijos en el crepitar de las llamas. Su cuerpo estaba metido en aquel lugar, pero su mente volaba con la fuerza de su espiritu, no había fronteras... lastima que no siempre pudiera estar seguro de donde quedaba la realidad y la ficción... su mirada, hoy vacia, es espejo de su alma.
Tengo un problema muy serio por estas fechas, y es que, a fuerza de sincerarnos a diario, ahora es cuando haces un balance real del año... cuando faltan unas horas para entrar de lleno en el 2006 piensas en el 2005. Piensas en los objetivos cumplidos, en tu realización personal, en los proyectos nuevos (cumplidos o no) y en los ya cerrados (en buen o mal puerto)... piensas en el sentido de tu vida, miras si el camino que has seguido está acorde con tus ideales... si el mapa y la brujula han servido para algo o simplemente te has dedicado a satisfacer tus caprichos e instintos.
Y la verdad es que las espectativas de mi propio auto-examen sincero siempre me decepcionan un poco... es lo que tiene ser un optimista en cuanto a ideas (por mucho que a veces me golpee el pecho entre palabras tremendistas). Aún así, es el mejor momento para plantearse los siguientes 12 meses, 52 semanas, 365 dias, 8.760 horas, 525.600 minutos o los 31.536.000 segundos (para los que viven cada segundo :)).
Mis propuestas... realistas :).
* Voy a ser más cauto con las personas, pues a menudo me decepcionan... debo exigir menos.
* Intentaré depender menos de quienes me rodean y confiar más en mi mismo. No me refiero a cerrarme al mundo, pero al menos ser capaz de vivir en el mio propio.
* Fomentaré la generosidad con los necesitados. Todos merecemos una oportunidad (y no solo me refiero a lo economico).
* Dedicarme en serio a mi labor estudiantil y tomarme el escribir como una costumbre que no siempre tenga que estar sujeta a mis caprichos emocionales.
Con lo facil que es dejar de fumar y sacarse el carnet de conducir... y no puedo proponerlo porque no fumo y ya tengo carnet :).
FELIZ AÑO 2006