Ayer me encontré a un viejo conocido que me ofreció descargar tensiones con un poco de ejercicio. Para los que penseis mal, ese ejercicio es esgrima (aclaración hecha :)). Despues de hablar un rato nos despedimos quedando hoy por la mañana.
De acuerdo, hay dos opciones: Espada de metal (3 kg) , armadura adecuada (unos 5 kg), años de experiencia... descartado. Espada de fibra de vidrio recubierta con gomaespuma (0.7 kg) y ganas. Queda clara la opcion elegida.
Me ha advertido que para hacerlo bien es necesario una buena forma fisica, concentración y disciplina. Yo pensaba que era lo típico que se decía en todas las peliculas y que sólo hacía falta un poquitin de practica. Iluso que es uno.
He empezado más o menos bien, haciendome con el peso de la falsa espada, desentumeciendo los musculos y entrando en calor. Despues de media hora, hemos hecho un descanso y me ha ofrecido una barrita energetica que he rechazado porque no tenía hambre... se ha reido y me ha dicho que en media hora iba a notar la falta de energia.
Hemos seguido repartiendo golpes, parando, atacando, mirando al contrincante a los ojos para ver hacia donde dirige el golpe, poco a poco mis preocupaciones se han ido diluyendo hasta sólo quedar yo, mi compañero y un par de falsas espadas cruzandose. Por arte de magia mi cuerpo ha empezado a moverse con cierta cadencia, tomando una respiración regular... he empezado a notar agujetas y he recordado con ansia la barrita de cereales. Hemos continuado.
Despues de una hora ya no podía más con mi cuerpo. Lo de la forma fisica es cierto (engaña el poco peso de la espada) y está claro que me falta un buen trecho para alcanzar la condición de mi contrincante.
Ahora no puedo levantar los brazos más allá de los hombros, mis abdominales (aunque sólo se vea una :)...) sienten pinchazos y me está saliendo un bonito cardenal en el costado. Pero me lo he pasado genial, noto como mi cuerpo está empezando a agradecerme el ejercicio extra y, lo más importante, me siento relajado y tranquilo.